jueves, 31 de marzo de 2011

Gallardón debería leer a Dickens

Varias asociaciones de vecinos de Madrid se han manifestado recientemente contra el despilfarro del alcalde  D. Alberto Ruiz Gallardón

Y es que, señor Ruiz Gallardón, es peligroso no predicar con el ejemplo. Nuestros representantes políticos  piden austeridad y rebajan prestaciones sociales y ustedes siguen loquitos por instalar sus dependencias en grandes palacios, en oficinas alquiladas en los mejores barrios de Madrid, -por eso de que son más representativas y a pesar de que el Ayuntamiento tiene un buen número de locales vacíos en propiedad-, loquitos por usar el dinero público para coches y coches oficiales, para gastos de representación….

... loquitos por usar el dinero público para coches y coches oficiales

Efectivamente no es lo mismo despilfarro que inversión. Pero ustedes se han pasado y han gastado o invertido, como prefieran llamarlo,  en lo superfluo y ahora no pueden pagar lo necesario. Eso sí, se ha  buscado para no dar la cara un chivo expiatorio: “papa Estado no me da dinero y ahora no voy a poder pagar”.

Pero ¡si nunca ha manejado tanto dinero un Ayuntamiento! ¿No será que se han pasado veinte pueblos?

David Copperfield, en la famosa obra de Charles Dickens, decía: “si ganas 110 libras al mes y gastas 101 serás el hombre más feliz de la tierra pero si ganas 100 libras y gastas 101 serás el más desgraciado”.

Ya sabemos que un poquito de endeudamiento es bueno y necesario para mejorar y no cabe duda de que la financiación permite la realización de proyectos que antes eran impensables. Pero el pensamiento de Dickens va más lejos: el dominio sobre el propio dinero. Y ese es el límite que marca hasta dónde se puede llegar.  Además es indicativo de un modo de entender la vida, en este caso la política, y de una forma  de manejar los recursos públicos.

Distingamos pues entre inversión y despilfarro: es aceptable y necesaria la inversión que se dirige al bien Común, que es para todos,  asumible en un periodo razonable, y  no dejando empobrecidas a las generaciones venideras; es inaceptable el despilfarro que es todo lo contrario. Y este alcalde ha despilfarrado. Si encima nos lo cuenta desde un despacho de un palacio arreglado de lujo, por mucho que nos quiera persuadir con que estará abierto al público porque es un palacio para todos….

La verdad no queda bien y puede ser la ruina.

martes, 29 de marzo de 2011

¿Dónde debería estar Álvarez del Manzano?

Leo con agrado el artículo publicado ayer día 28 de marzo en el ABC por  Don José Mª Álvarez del Manzano. Se titula Incohercia política. Y lo leo con agrado porque D. José Mª Álvarez del Manzano es una buena persona, es un buen madrileño y es un buen español. Y además ha sido un muy buen alcalde de Madrid.  Pena que estuviera y esté en un partido que, según quien toque, defiende la vida o no de tal modo que  sus años a cargo del Ayuntamiento de Madrid correspondan con los años en que su partido, en el poder entonces, no quitara o hiciera algo notorio que mostrara una intención clara de suprimir la nefasta ley del aborto. Y comento esto  porque también tiene que ver con la coherencia. Yo sé que de haber seguido D. José Mª en los cargos importantes del  PP u  otros  José Marías   –(que todavía quedan algunos en su partido, aunque cada vez menos)-,  su sí a la vida  hubiera buscado su momento y no se hubiera dejado como han dicho sus sucesores para cuando cambie la demanda al respecto, demostrando así su positivismo materialista más radical. De modo que al niño le defiende la no demanda: a más demanda más abortos, a menos demanda  más bebés por la calle.

 (¡ Así estamos!).

José María Álvarez del Manzano
Por lo demás ¡gracias por haber sido un buen alcalde!

Álvarez del Manzano bajó los impuestos ¿cómo no nos va a gustar? Demostró que una buena gestión, sin necesidad de despilfarros es lo que se necesita para dar un buen servicio a los ciudadanos. Con el I.B.I se aglutinaron todos los impuestos municipales facilitando la recaudación y ahorrando así tiempo y dinero a los contribuyentes. Genial. Mantuvo un equilibrio con la deuda sin por eso dejar de cumplir con grandes proyectos (en Madrid todo es grande) como el de Madrid Verde que tanto embelleció nuestros barrios  -(con la ayuda de la paisajista Carmen Añón quien, por cierto, tan bien entendía el paisaje de  Madrid)-, respetando a su vez el carácter propio de la ciudad. Como su objetivo eran las personas y no los escaparates se esforzó en las zonas de Madrid  menos favorecidas económicamente cumpliéndose, así de verdad, el “Un Madrid para todos”  y no el de los golpes de imagen que tanto dinero ha costado y nos va a costar a los madrileños estos años de Gallardón.  Pasos subterráneos, el IFEMA…,   por poner algunos ejemplos del Madrid de Álvarez del Manzano. Quedó pendiente y no se ha terminado,   –(claro con gastos como el del Palacio de Correos, ahora de Cibeles, no se llega a todo)-, el plan parcial de la prolongación de la Castellana,  cuya realización se acaba de aprobar en el pleno del Ayuntamiento pero que me gustaría resaltar es proyecto del anterior alcalde.  Desde el punto de vista urbanístico, el Plan permite la prolongación de la Castellana como eje estructurador de la ciudad y permite la creación de una nueva zona de negocios con equipamiento y transporte. Se eliminan las vías del tren. Un plan bonito, práctico y que se ha dejado esperar demasiado.

En cuanto al ocio declaró a Madrid “ciudad hostil a la droga” y fue pionero en la batalla contra “el botellón”. Dos batallas que a su marcha han quedado ralentizadas, pues la droga sigue en aumento (ahora el excelente plan de prevención que Proyecto Hombre lleva a cabo  en los colegios con los padres de niños se ha adelantado a padres de niños de once años en adelante;  lo que quiere decir que la edad en que nuestro niños puedan  entrar  en contacto con el mundo de la droga se ha adelantado varios años). En cuanto al botellón la solución ha sido ir cambiándolo de lugar buscando espacios donde “no molesten a los vecinos”.

También me gustó de Álvarez del Manzano- por qué no decirlo- que pusiera las banderas de España en nuestras plazas. Se ven desde muchos sitios de la ciudad, en concreto desde mi casa que es un piso alto veo la del Ministerio del Aire recortándose sobre la Sierra de Madrid. Así no nos dejamos llevar por el provincianismo que tan poco pega en nuestra ciudad. Sí: somos españoles y eso nos marca ante la historia y ante el mundo. Nuestro alcalde de San Agustín de Guadalix también la ha puesto y la podemos ver desde la carretera de Burgos.

Ahora reproduzco el final de su artículo porque lo comparto totalmente: entra dentro de  nuestra idea de la política que tan devaluada está: “para que la política sea una actividad valorada por los ciudadanos, los políticos que la ejerciten deben ser antes que nada coherentes” Es una de nuestras máximas. Y esto vale para todos –sean de la ideología que sean- que de verdad quieran servir a su Patria y estén dispuestos a sacrificarse en beneficio del interés general”.  A mí me gusta más Bien Común, pero creo,  por el espíritu con  que  ejerce sus cargos, se refiere a lo mismo.

Me gustan los políticos como Álvarez del Manzano. ¡Pena lo del aborto!, aunque yo sé que de haber habido muchos Álvarez del Manzano, ya lo he dicho antes, en el PP.esa ley hubiera desaparecido. Con los de ahora… ya han dicho que no quitarán la anterior, y ésta, después de que hicieron de su justificación la demanda, y tal y como están las cosas,  yo diría que tampoco.

A estas alturas Señor Álvarez del Manzano le pegaba más estar en Alternativa Española que en el Partido Popular. Muchos lo dicen ¡Lástima que no sea así!

lunes, 28 de marzo de 2011

Una anécdota y una reflexión

Sí, estuvimos en la manifestación por el Sí a la Vida. Siempre hemos estado en estas manifestaciones como no podía ser menos. Estamos en un partido en cuyo programa figura la defensa de la vida desde el momento de su concepción hasta la muerte natural -(punto 4 de nuestro programa)- Muchos están en nuestro partido sólo por eso. Pero no puedo por menos que comentar una anécdota,- (no se puede ni calificar de incidente porque pasó para el resto de los asistentes totalmente inadvertido)-. Una anécdota que me ha servido de reflexión también.

Trascurría la manifestación con normalidad. Nosotros llevábamos una pancarta en la que se decía “Ni ABORTO DEL PSOE NI ABORTO DEL PP” La verdad es que la gente nos aplaudía asintiendo, nos saludaba, se unía a nuestro grupo, aunque por las normas de los organizadores de la manifestación no llevábamos ningún distintivo de partido. De repente un señor entrado en años, con pinta de señor bien de Madrid, se acerca muy enfadado y nos empieza a decir: “nos vais a j… , si, nos vais a j…  “ -¿no veis que Rajoy ha prometido quitarlo?"-. Nosotros,  -los que íbamos detrás de la pancarta-,  intentábamos convencerle de que… pero el señor cada vez más enfadado, muy cerquita de nuestras caras y muy gritón seguía:  -“nos vais a j….”-. Había perdido los estribos a pesar de nuestro silencio -(ya no nos atrevíamos a decir nada)- Llamé a un simpatizante nuestro, un señor joven y muy educado y le pedí que se lo llevara tranquilamente porque empezamos a temer por su salud de lo acalorado que estaba. Este señor se puso a charlar con él y se adelantaron despacito desapareciendo ya entre la multitud. –(Por cierto ¡muchas gracias señor simpatizante!)- . ¡Menos mal!, ¡Qué mal rato!

No pude por menos de recordar otra anécdota de  otras elecciones, las últimas europeas. Fue repartiendo nuestra propaganda de AES.  Una señora, mayorcita también y con pinta de señora  bien de Madrid al entregarle yo una hojita de “AES, partido Social Cristiano” “Por la defensa de nuestras raíces cristianas, Vota AES”…,  al leerla,  la rompió con saña delante de mi. Ella acababa de salir de Misa.  -“Yo soy de la derechona, de la derechona”-, decía con furia. - “Y nos estáis fastidiando porque nos quitáis votos”-.

Ahora la reflexión

Pongo todo esto en relación con la noticia de la procesión laicista que diablo mediante tendrá la osadía de pasar por las mismas calles de Madrid que por las que pasará  las procesión de Jueves Santo. No sé que pensarán el señor y la señora derechona de esta procesión, y si le habrán intentado sacar a nuestro alcalde y a su líder político, el Sr. Rajoy, una promesa de que esto, de ganar ellos, (por cierto creo que Gallardón sigue siendo el alcalde ¿no?)  no sucederá. De momento el Ayuntamiento presta sus calles sin ascos a este tipo de jolgorios y los madrileños tendremos que tolerar y  aguantar una vez más la blasfemias, ahora ya no en el recinto y en una capilla del campus de la universidad  -( que por cierto también están dentro de una comunidad que es la de Madrid)-  Ahora será en nuestras calles y en Semana Santa.

Aguirre y Gallardón siguen gobernando Madrid ¿no?


Para que se lleven a cabo estas ofensas,  para que leyes como la del Aborto o la de la Eutanasia (que será la próxima) tengan lugar y sean una realidad con la que convivimos, hacen falta dos cosas: alguien que las dirija, que ya sabemos quién es, y alguien que las permita,  que también sabemos quién es.

No, los madrileños de bien, no queremos pseudoclínicas de la muerte en nuestra ciudad, tampoco queremos que nos insulten y ofendan porque somos  cristianos. Pero todavía menos que ofendan lo más sagrado de nuestras creencias, y en esa procesión se ofende y se hace escarnio con insultos terribles a Nuestra Madre la Virgen y a Nuestro Señor Jesucristo.  Eso no hace bien a nadie señor y señora derechona. Y el silencio y el dejar hacer de esos líderes, en los que Vd confía tanto, es el campo de abono que necesita el laicismo,  laicismo agresivo que como nos recordaba Benedicto XVI es como el de los años 30 –(que ya sabemos como acabó)- Ese laicismo ha entrado en nuestra sociedad, unos lo conducen y otros le abren la puerta.  Ahora se pasea en ritos, mascaradas, insultos y blasfemias por nuestras universidades y por nuestras  calles, en las de Madrid, sin que nuestros representantes, los suyos,  hagan nada para impedirlo, en este caso ni promesas tan siquiera. Quizá alguna protestilla, no precisamente de nuestro alcalde,  para no perder del todo el voto católico, y eso sí, siempre diciendo que son cosas para distraer la atención de los temas importantes.  A nosotros este nos parece un tema importante.

Pero no se preocupen señor derechón  y señora  derechona que nosotros no esperamos su voto (nos gustaría convencerles, pero ¡nos gritan tanto!..). Nosotros queremos llevar a las instituciones, en este caso al Ayuntamiento, la voz de los que no quieren que sus hijos crezcan y se eduquen en ese paganismo incendiario y obsceno que ha tenido la osadía -gracias al silencio persistente de los que debían hacer y  decir algo- de anunciar una procesión con pasos blasfemos por las calles de nuestra ciudad.

Unas luces de navidad con la cruz invertida, un obelisco… una noche de teatro en plena cuaresma…, bodas de homosexuales…. Yo no veo promesas veo hechos. Y me huele a chamusquina cuando no a azufre. Pero Vds. señores y señoras derechonas sigan a ver si prometen y déjennos que nosotros en paz y armonía  podamos llevar a cabo nuestra promesa, la   de defender la vida, la familia, nuestras raíces cristianas…. Es parte de nuestro programa.

viernes, 25 de marzo de 2011

Lo que los madrileños no entendemos

Hemos podido contemplar con admiración y sorpresa la inauguración de un nuevo puente sobre el Manzanares, el de Perrault, que une el parque de Arganzuela con la calle Antonio López, un puente  más de entre los proyectados dentro del  llamado plan “Madrid Rio”, que pretende el embellecimiento y fácil acceso de las zonas que una vez enterrada la M-30 quedan próximas al Manzanares. Este puente además es de los que los entendidos llaman “singulares”. Algunos  lo califican de  proyecto escultórico y multifuncional:  pasarela, bóveda, tirabuzón… todo para poder cruzar,  pasear,  hacer deporte, montar en bici, contemplar…. La obra en sí: impresionante, realmente faraónica, pero… ¿y el bolsillo de los madrileños? Dicen que el presupuesto ha sido de 13.6 millones de euros, supongo que será lo que es el paso en sí y no todo el entorno que será inaugurado dentro de pocas semanas, por supuesto antes de las elecciones.

Dominique Perrault posando en su obra sobre el Manzanares
Cuando los madrileños nos levantamos por la mañana agobiados por si la situación económica se podrá sostener, por el qué será de tantas familias a veces muy cercanas que viven agobiadas por si podrán  cumplir con sus pagos mensuales, por el qué será de aquellos muy cercanos a veces también,  a los que se les acaba el paro…. Uno se pregunta ¿pero es que los madrileños son de otra galaxia, acaso viven en Marte, o son esos mismos que con sus impuestos tendrán que pagar durante varias generaciones ese endeudamiento que dicen es uno de los mayores de los de los ayuntamientos de España?   Pues no señores,  los madrileños somos tu y yo y los que nos vemos la cara cada día al ir al trabajo, al salir de casa, en el autobús, a los que no les llega, a los que se les acaba el paro……. Y esos somos los que con nuestros impuestos que tanto nos agobian, vamos a pagar el lujo de la obra faraónica. Pero atentos: - ¡Gallardón ha inaugurado!-

A mi, desde luego, el puente me parece fantástico . Quizá me gusta menos que esté tan cerca de zonas que eran como dicen ahora “emblemáticas” de Madrid:   sigue al  Puente de Toledo, el parque de Arganzuela que ha tenido que ser prácticamente desmantelado,  arbolado incluido, -(aunque nadie duda que necesitaba un repaso)-; resultando que apaga con su grandiosidad y vanguardismo todo un paisaje de otra época histórica.

Esta obra se podría entender, creo que no justificar, antes de la crisis con la ilusión que produjo en nuestros ayuntamientos el boom inmobiliario y el dinero fácil y que en medio de un ambiente de euforia nos ha dejado en tan lamentable situación de endeudamiento que se tendrá que pagar hasta más allá de la  generación de nuestros hijos.

 Sí, a Gallardón le recordarán por sus obras faraónicas, pero Gallardón se ha olvidado del bolsillo de los madrileños.  Frente a un libro de arquitectura que diga “El Madrid de Gallardón”, unas familias que viven agobiadas por si llegarán a fin de mes. No es justo.

Nosotros ¿qué solución tendríamos? ¿Es que no nos gusta que mejore Madrid? ¿Es que no nos gusta que los madrileños crucen con facilidad el río? Es que no nos gusta que el Manzanares recupere su protagonismo en la ciudad?

Creemos que no es incompatible  belleza y austeridad. ¿No se podrían hacer puentes más sencillos que también fueran bonitos?  Ahí está el arte y la imaginación de nuestros arquitectos e ingenieros. La historia de la arquitectura nos da múltiples ejemplos de que sí es posible. Y creo que el momento económico lo merece. Además  el puente podría haberse hecho más corto, pues su fin es salvar el paso de un río pequeño.  El Manzanares no es el Sena por mucho que digan que Perrault no consiguió realizar su proyecto en París. Quizás porque su alcalde, el de París, era menos grandioso. O quizás porque le preocupó lo del bolsillo. No sé.

Ah! Y otra cosa. ¿Por qué un arquitecto francés? Conozco varios estudios de arquitectura que han tenido que cerrar. Muchos de ellos en Madrid.  ¿No hubiera sido  mejor un arquitecto español, yo diría incluso que madrileño? Hubiera entendido mejor el entorno de Arganzuela que tiene un sabor paisajístico e histórico de un Madrid muy típico y que en cierto modo se pierde. Así habría gloria para  Gallardón en los libros de historia y a la vez  hubiéramos enriquecido el patrimonio artístico con sello “hecho en España” que tanto nos gusta a los que queremos lo mejor para nuestra nación y para nuestra ciudad por cierto tan llenas de buenos artistas.