viernes, 25 de marzo de 2011

Lo que los madrileños no entendemos

Hemos podido contemplar con admiración y sorpresa la inauguración de un nuevo puente sobre el Manzanares, el de Perrault, que une el parque de Arganzuela con la calle Antonio López, un puente  más de entre los proyectados dentro del  llamado plan “Madrid Rio”, que pretende el embellecimiento y fácil acceso de las zonas que una vez enterrada la M-30 quedan próximas al Manzanares. Este puente además es de los que los entendidos llaman “singulares”. Algunos  lo califican de  proyecto escultórico y multifuncional:  pasarela, bóveda, tirabuzón… todo para poder cruzar,  pasear,  hacer deporte, montar en bici, contemplar…. La obra en sí: impresionante, realmente faraónica, pero… ¿y el bolsillo de los madrileños? Dicen que el presupuesto ha sido de 13.6 millones de euros, supongo que será lo que es el paso en sí y no todo el entorno que será inaugurado dentro de pocas semanas, por supuesto antes de las elecciones.

Dominique Perrault posando en su obra sobre el Manzanares
Cuando los madrileños nos levantamos por la mañana agobiados por si la situación económica se podrá sostener, por el qué será de tantas familias a veces muy cercanas que viven agobiadas por si podrán  cumplir con sus pagos mensuales, por el qué será de aquellos muy cercanos a veces también,  a los que se les acaba el paro…. Uno se pregunta ¿pero es que los madrileños son de otra galaxia, acaso viven en Marte, o son esos mismos que con sus impuestos tendrán que pagar durante varias generaciones ese endeudamiento que dicen es uno de los mayores de los de los ayuntamientos de España?   Pues no señores,  los madrileños somos tu y yo y los que nos vemos la cara cada día al ir al trabajo, al salir de casa, en el autobús, a los que no les llega, a los que se les acaba el paro……. Y esos somos los que con nuestros impuestos que tanto nos agobian, vamos a pagar el lujo de la obra faraónica. Pero atentos: - ¡Gallardón ha inaugurado!-

A mi, desde luego, el puente me parece fantástico . Quizá me gusta menos que esté tan cerca de zonas que eran como dicen ahora “emblemáticas” de Madrid:   sigue al  Puente de Toledo, el parque de Arganzuela que ha tenido que ser prácticamente desmantelado,  arbolado incluido, -(aunque nadie duda que necesitaba un repaso)-; resultando que apaga con su grandiosidad y vanguardismo todo un paisaje de otra época histórica.

Esta obra se podría entender, creo que no justificar, antes de la crisis con la ilusión que produjo en nuestros ayuntamientos el boom inmobiliario y el dinero fácil y que en medio de un ambiente de euforia nos ha dejado en tan lamentable situación de endeudamiento que se tendrá que pagar hasta más allá de la  generación de nuestros hijos.

 Sí, a Gallardón le recordarán por sus obras faraónicas, pero Gallardón se ha olvidado del bolsillo de los madrileños.  Frente a un libro de arquitectura que diga “El Madrid de Gallardón”, unas familias que viven agobiadas por si llegarán a fin de mes. No es justo.

Nosotros ¿qué solución tendríamos? ¿Es que no nos gusta que mejore Madrid? ¿Es que no nos gusta que los madrileños crucen con facilidad el río? Es que no nos gusta que el Manzanares recupere su protagonismo en la ciudad?

Creemos que no es incompatible  belleza y austeridad. ¿No se podrían hacer puentes más sencillos que también fueran bonitos?  Ahí está el arte y la imaginación de nuestros arquitectos e ingenieros. La historia de la arquitectura nos da múltiples ejemplos de que sí es posible. Y creo que el momento económico lo merece. Además  el puente podría haberse hecho más corto, pues su fin es salvar el paso de un río pequeño.  El Manzanares no es el Sena por mucho que digan que Perrault no consiguió realizar su proyecto en París. Quizás porque su alcalde, el de París, era menos grandioso. O quizás porque le preocupó lo del bolsillo. No sé.

Ah! Y otra cosa. ¿Por qué un arquitecto francés? Conozco varios estudios de arquitectura que han tenido que cerrar. Muchos de ellos en Madrid.  ¿No hubiera sido  mejor un arquitecto español, yo diría incluso que madrileño? Hubiera entendido mejor el entorno de Arganzuela que tiene un sabor paisajístico e histórico de un Madrid muy típico y que en cierto modo se pierde. Así habría gloria para  Gallardón en los libros de historia y a la vez  hubiéramos enriquecido el patrimonio artístico con sello “hecho en España” que tanto nos gusta a los que queremos lo mejor para nuestra nación y para nuestra ciudad por cierto tan llenas de buenos artistas.

2 comentarios:

  1. Sra. Piñar:
    Soy un estudiante de Medicina en la Universidad de Navarra, pero natal de Madrid. Sepa que para las próximas elecciones, puede contar con mi apoyo, pero si me permite la sugerencia, su partido tiene que introducir más gente joven, capaz de movilizar el mensaje de este partido.
    De lo contrario, este proyecto estará abocado al fracaso ya que será incapaz de hacer frente al relevo generacional de los candidatos y también estará falto de nuevas ideas, innovación y vitalidad.

    Reconozco que las personas que forman este partido tienen algo inexorablemente bueno y es su experiencia vital. Pero eso quedará en el aire si no se transmite a generaciones futuras.

    Le agradezco su tiempo y dedicación y aprovecho para enviarle un saludo desde Pamplona.

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  2. Estimado Álvaro:
    En AES y en sus candidaturas somos jóvenes y menos jóvenes. Eso sí te invito a que te incorpores a nuestro proyecto.

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